martes, 6 de diciembre de 2011

Fue sólo ciencia ficción.

Siendo puramente imaginario, atravesando los límites de lo conocido y normal, sintiéndose diferente, no siempre mejor pero la mayoría de las veces, así era. Derivado del terror, pero su verosimilitud era mayor y daba y tenía los espacios para pensar e imaginar, era papel y hojas impresas, pero ahí era donde dedicaba la mayor parte de su tiempo, sus ojos, su visión se iluminaban cada vez al adquirir otro, de una tapa blanda, daba lo mismo al momento de abrirlo y comenzar la aventura. Después comenzaban las dudas y las hipótesis de oraciones que no decían más de lo textual, o quizás frases que decían más que cien palabras. Se desmoronaba la pasión por este juego al cabo de unos días en los que lo dejamos de lado por cosas de "tiempo", pero era fácil y cómodo decir aquello, cuando el sentimiento no era verdadero las palabras brotan sin razón alguna dando explicaciones, argumentos y ese tipo de excusas baratas. Pasaron muchos días y ya quedaban menos letras que descifrar, y al momento en que se acababan las dudas sentía en su pecho un latido más acelerado, eran como los galopes de un caballo desesperado por saber su rumbo, así se sentía, intranquilo porque ya se había acabado este episodio en que no habían buenas noticias. Porque terminó.

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