domingo, 30 de octubre de 2011

Allá llegaremos, yo lo sé.

Ya, ahora lo único que hay que pensar es en cómo juntar plata rápidamente para partir con la gente que quiero ahora y he aprendido a conocer mucho en este tiempo, en el que sí se dan segundas oportunidades, en el que estoy con la mente abierta a volver encontrarme contigo, con todos menos con uno. Vamos en el metro, llegamos a la estación indicada un día soleado, pero es temprano, alrededor como las 9 o 10 de la mañana y compramos el pasaje. Nos olvidamos que esto nos traerá problemas, que algo puede pasar y sería muy costoso que nos dejaran volver a salir solas sin el miedo de que podamos huir y nunca más regresar, pero ahora no estamos pensando en los demás, estábamos pensando en nosotras. Pero la cosa no es así, quiero hace mucho rato libertad, incluso a veces de pensar como pienso, así que hago cosas riesgosas porque a veces me aburro de vivir como vivo. Y en una hora y media al destino, y con ellas, miramos por horas el puerto, sacamos muchas fotografías que luego estarán en la pared de mi pieza para que así nunca se me olvide donde estuve, y así completamos la felicidad. Y cuando ya sea hora de volver nos vamos contentas, mucho mejor que antes y damos un respiro fuerte porque sabemos que es el último.

Pero no me importa si me dicen algo, no me importa si algo sale mal, no me importa que me llamen infinitamente y yo no conteste, ¡no me importaría tirarlo al mar! No me importaría dejarlo todo atrás para comenzar todo de nuevo sin cometer esos errores con los que me cuestiono mi inteligencia o de pensamiento rápido (oportuno).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sólo comente. Acepto todo tipo de comentarios,hasta insultos:D, amenazas, blah me da igual. Pero trate de que no sea aburrido, porque me aburro fácilmente c: Atte. Gracias