Se dice de mí cuánta injuria encontraron en el diccionario.

Y así hay que seguir, siempre con la frente en alto, no dejarse pasar a llevar. Quise correr, corrí sin llegar a un destino, el mundo es mi destino, supuse que nadie me comprendería, esto es una lucha constante, en donde siempre va a haber un perdedor, que puede que sea yo, pero yo no me rendiré tan fácilmente, si hay algo que he aprendido es que nunca hay que rendirse, ni menos dar tregua por cosas que uno anhela conseguir, cuando yo quiero de verdad las cosas, me las propongo y tal es mi ambición que se convierte en obsesión, patética obsesión. Dicen de mí que desaparezco en un pestañeo, pero no es así, yo llego volando a lugares fantásticos, volando con un globo gigante, de color azul. Se dice de mí que no comprendo a los demás, pues sí, no comprendo la estupidez humana, por eso digo que soy un marciano proveniente de un satélite lejano.