Capítulo número 1.

Tenía dieciséis años, aún era joven, bonita y podía hacer lo que quisiera de su vida, podía encontrar fortuna en diversos lados ya que ingenio era lo que menos le faltaba, quizás compensaba su baja estatura, yo no lo sé. Tuvo que partir para ayudar a la familia, para siempre ayudar a los demás y dejarse de lado a ella tal como persona. Partió para Mendoza a comprar ropa usada para venderla acá, jeans preferentemente ya que era lo que más ''salía'', llevó diez mil pesos que para la época era bastante, no llevaba ni un mapa, ni un teléfono donde ubicarla, ni siquiera llevaba sus anteojos, puesto que su hermana pequeña en casa se los rompió según ella ''jugando''. Ya había llegado al terminal de buses tras horas sentada en un lugar en donde no conocía a alguien, ni siquiera a ella misma, estaba perdida en un lugar tan grande, no sabía a dónde ir, ni con quién, por lo que miró al cielo, se sentó en el suelo con su bolso en sus piernas y lloró durante muchos minutos, le tocó lo que no quiso, trabajar desde muy pequeña ya que su madre estaba enferma, pero no se lamentaba ni quería cambiar las cosas, quería solamente estar bien. Se secó las lágrimas y se levantó caminando hacia donde no conocía, se subió a un taxi que encontró por ahí y cuando él le preguntó hacia donde iba dijo no sé, y no era mentira, el taxista la miró por el retrovisor y encontró en su mirada soledad y muchas más cosas indescriptibles, no lo dejó mudo y le preguntó de una manera amable si quería ir a un hotel barato de por ahí, ella le dijo que sí pero que no quería ir a cualquier lugar, prefería gastarse más dinero y poder dormir tranquila, así que partió, llegó, se inscribió por el día, se acostó y ''durmió''.